Hyperloop avanza con paso firme. Su construcción ha comenzado este recién estrenado 2016, tal y como la compañía tenía previsto.

La primera pista de pruebas, de unas tres millas, se está construyendo en el desierto de Nevada. El objetivo es llevar a cabo las primeras pruebas en los próximos meses. Entonces, comprobarán si la idea de Elon Musk puede convertirse en una realidad.

Los primeros tubos de lo que será este tren supersónico del futuro descansan ya en Las Vegas para conseguir lo que muchos aún no creen: circular a una velocidad de 1.000 km/h. Ese es el reto de Hyperloop Technologies, cuyo consejero delegado, Rob Lloyd, describe de una manera muy sencilla cómo es posible conseguir viajar a velocidades hasta ahora impensables: «En realidad, la arquitectura del Hyperloop es muy simple: se elimina la presión del ambiente cerrado (en este caso, un tubo) y se suprime la fricción de las ruedas mediante la levitación de la cápsula interior. De esta manera, tan solo se necesita una cantidad muy pequeña de energía para conseguir una velocidad increíble».

Hyperloop

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Elon Musk, fundador de PayPal o Tesla Motors, ideó este revolucionario invento que ahora Hyperloop Technologies intenta convertirlo en realidad.

El multimillonario emprendedor contempla un futuro donde los vehículos a motor sean ecológicos y estén permanentemente conectados a Internet. El Hyperloop necesita de una tubería especial de dimensiones desmesuradas cuyo coste de construcción promete ser «inferior» al de la red ferroviaria de alta velocidad convencional.

Esta especie de tren sin raíles «volará» mediante un sistema de propulsión, ejercitado por energía solar y con unas potentes baterías recargables de larga duración. Cada cápsula (vagón) dará espacio a 28 viajeros, distribuidos por áreas (negocio, economía). Pese a las dudas que suscita, la compañía promete que la experiencia del viaje será «cómoda» y la presión en el interior «será reducida».

Fuente: ABC