La computación cuántica, una de las mayores revoluciones tecnológicas en desarrollo, está cada vez más cerca de alcanzar un hito conocido como el Día Q.

Este término se refiere al momento en que los ordenadores cuánticos tengan la capacidad de romper los sistemas de cifrado actuales que protegen la mayoría de nuestras comunicaciones y datos digitales.

Actualmente, la mayoría de los sistemas digitales (como correos electrónicos, bases de datos, redes privadas, archivos en la nube, entre otros) se protegen mediante algoritmos de cifrado asimétrico, como RSA o ECC. Estos sistemas se consideran seguros porque romperlos con un ordenador tradicional llevaría miles de años. Sin embargo, un ordenador cuántico suficientemente avanzado podría resolver estos cálculos en minutos/horas.

El Día Q marcaría la pérdida efectiva de confianza en estos sistemas de seguridad. Sería el punto de inflexión a partir del cual la información cifrada ya no sería segura si no ha sido protegida con métodos resistentes a la computación cuántica.

¿Cuándo podría llegar el Día Q?

No hay una fecha precisa. Algunas estimaciones conservadoras sugieren que podría ocurrir en un plazo de entre 10 y 20 años, pero hay expertos que hablan de horizontes más cercanos, incluso dentro de esta década. Grandes potencias tecnológicas y gobiernos están invirtiendo intensamente en este campo, lo que acelera los avances.

Más allá del desarrollo técnico, hay un factor adicional que ya ha comenzado a preocupar: algunos ciberdelincuentes están almacenando datos cifrados hoy, con la intención de descifrarlos en el futuro, cuando dispongan de tecnología cuántica. Es decir, el riesgo ya no es solo teórico ni futuro: ya hay estrategias activas que consideran el escenario post-cuántico.

En 2022, el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de EE. UU. (NIST) comenzó a publicar los primeros algoritmos de cifrado resistentes a la computación cuántica. Esto marcó el inicio de una nueva fase en la seguridad digital a nivel global. Diversas instituciones y empresas están ya diseñando sistemas híbridos que combinan seguridad clásica con métodos post-cuánticos.

El desarrollo de la computación cuántica está progresando a un ritmo más acelerado de lo estimado inicialmente, y los mecanismos de seguridad actuales no están diseñados para soportar el nivel de procesamiento que ofrecerán estos nuevos sistemas. Entre los sectores más expuestos se encuentran las entidades financieras, debido a su papel fundamental en la infraestructura económica mundial.