La industria tecnológica ha recibido una noticia inesperada: Perplexity AI, una de las startups de inteligencia artificial más comentadas del momento, ha presentado una oferta no solicitada de 34.500 millones de dólares en efectivo para comprar Google Chrome, el navegador web más utilizado del mundo.
La propuesta llega en un momento especialmente delicado para Google, con procesos judiciales en curso en Estados Unidos que podrían forzar a la compañía a vender parte de sus activos o a reestructurar su negocio.
Un movimiento audaz en un contexto tenso
El interés de Perplexity se produce mientras un juez estadounidense estudia medidas antimonopolio contra Google. Entre las opciones que se barajan, se encuentra la posibilidad de obligar a la empresa a vender Chrome o a separar su actividad de búsqueda del resto de sus servicios.
En este escenario, Perplexity ha irrumpido con una propuesta que, de prosperar, marcaría un hito en el mercado tecnológico. Su idea no es solo adquirir Chrome, sino mantenerlo como un proyecto abierto (open source), preservando el motor Chromium para la comunidad de desarrolladores y garantizando que Google siga siendo el buscador predeterminado, aunque con libertad para que cada usuario lo cambie.
Claves de la propuesta de Perplexity
La oferta presentada incluye compromisos muy concretos:
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Inversión inicial de 3.000 millones de dólares en los dos primeros años para mejorar el navegador.
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Código abierto para el motor Chromium, fomentando la transparencia y la innovación.
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Libertad de elección para el usuario respecto al motor de búsqueda predeterminado.
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Continuidad de actualizaciones y soporte técnico durante un mínimo de ocho años.
Estos puntos reflejan la intención de Perplexity de posicionarse como un actor relevante en el control del acceso a internet, un espacio tradicionalmente dominado por gigantes como Google o Microsoft.
¿Es realista que Google venda Chrome?
Aunque la propuesta es llamativa, la posibilidad de que Google acepte vender Chrome es, por ahora, muy reducida. El navegador es una pieza clave en su ecosistema y una de las principales vías de captación de usuarios y datos.
Expertos del sector ven la jugada de Perplexity como una estrategia de visibilidad más que como una operación con expectativas reales de éxito. No sería la primera vez que la compañía recurre a movimientos llamativos: a principios de este año intentó sin éxito fusionarse con TikTok en Estados Unidos.
El papel de la inteligencia artificial en el futuro de los navegadores
Más allá de la viabilidad de la compra, la propuesta de Perplexity evidencia una tendencia clara: los navegadores web están ganando importancia como puerta de entrada a la inteligencia artificial. Quien controle este punto de acceso podrá influir en cómo los usuarios buscan, consumen y procesan información.
En este sentido, Chrome no es solo un navegador: es una plataforma estratégica que integra millones de extensiones, servicios y herramientas, y que podría convertirse en un campo de pruebas privilegiado para el desarrollo y despliegue de tecnologías basadas en IA.
En conclusión: la oferta de Perplexity, aunque probablemente no se materialice, ha abierto un debate sobre el futuro de Chrome, la competencia en el mercado de navegadores y el papel de la IA en las herramientas digitales que usamos a diario. Lo que está claro es que el sector tecnológico está entrando en una nueva etapa donde incluso los gigantes consolidados pueden verse desafiados por propuestas tan ambiciosas como inesperadas.
