Google y Apple celebran sus eventos tecnológicos anuales con un mes de diferencia en el mismo centro de San Francisco. Pero ninguno de los que asistiese a la conferencia de desarrolladores de Google esta semana habría corrido el riesgo de pensar que se encontraba por error en la de su rival.

Los desarrolladores presentes en el evento el miércoles construían dispositivos de realidad virtual hechos de cartón, o se movían dentro de zonas acordonadas sosteniendo tabletas que mostraban siluetas en 3D de los objetos a su alrededor. Pero más allá de los proyectos científicos, era evidente la sensación de que se estaba construyendo un imperio. Ahora que la guerra de los smartphones está entrando en una nueva fase, Apple y Google están a punto de llevar su lucha a una gama más amplia de objetos cotidianos conectados.

Las novedades de Google incluían los primeros relojes inteligentes que funcionan sobre su plataforma Android Wear. Los dispositivos, de Samsung y LG, salieron a la venta el miércoles, y Motorola lanzará otro este verano.

También se mostraron por primera vez nuevas plataformas de software llamadas Android Auto (en imágenes) y Android TV, que promete llevar el software y los servicios de Google a una gama más amplia de pantallas. En algunos casos, estos nuevos equipos de hardware se conectarán con los smartphones de sus usuarios, haciendo uso de las apps ya presentes en los dispositivos.

Los relojes se anticiparon al lanzamiento previsto para este año de un iWatch de Apple, aunque en lo que se refiere a los descodificadores de televisión y a los coches, la compañía de búsquedas sigue los pasos de su rival.

«Se trata de expandir Android lo máximo posible», explica Ben Wood, un analista de CCS Insight. Al introducir su software en más dispositivos, las empresas tecnológicas no sólo están sentando posiciones, sino que también están defendiendo sus flancos contra los ataques y fidelizando a los usuarios a sus tecnologías.

«Google, en última instancia, es una empresa de datos», apunta Jordan Edelson, el consejero delegado de la firma de desarrollo de aplicaciones Appetizer Mobile. «Ahora tendrán más plataformas para seguir los movimientos de la gente». «Es lógico poseer una plataforma unificada cuando se tienen dispositivos tan dispares –tu televisión, tu reloj, incluso tu coche», explica Arian Maleki, un gestor de desarrollo de software de la compañía de equipamiento para oficina Avery. La alternativa implicaría modificar aplicaciones que funcionan en sistemas incompatibles desarrollados por los distintos fabricantes de automóviles o de dispositivos para vestir.

Los desarrolladores asistentes a la conferencia acogieron con agrado la promesa de la creación de un software común que facilite escribir aplicaciones que puedan funcionar, con una adaptación mínima, en muchos tipos de dispositivos. Sin embargo, en sus prisas por colonizar nuevos territorios, Google y Apple se están sumergiendo de cabeza en mercados que, en algunos casos, no se han formado aún, y donde ya se han equivocado antes.

El área de la televisión conectada, por ejemplo, ya ha registrado fracasos. Android TV es el tercer intento de Google de controlar los descodificadores de televisión conectados, y se da a conocer justo antes de la remodelación prevista de Apple TV. Sin embargo, según Richard Doherty, un analista de Envisioneering, las prestaciones del nuevo Android TV no diferían mucho de las incursiones previas de Google.

Tampoco está claro cuántos desarrolladores de aplicaciones y consumidores están dispuestos a dar el salto a los nuevos mercados que se están creando. «Va a ser una batalla ardua. Hay que educar a la comunidad de desarrolladores», explica Edelson. Se espera que la mayoría concentre sus esfuerzos en el mercado de smartphones en lugar de «dilucidar cómo pueden interactuar todas estas plataformas». Los desarrolladores adaptarían entonces sus servicios para lograr el máximo efecto en cada pantalla, señaló.

Sin embargo, Google presumió de un diseño temático común, denominado Material Design, para desarrollar aplicaciones que funcionen en los diferentes equipos de hardware con Android. Se espera que la fórmula, que imita el estilo limpio y sencillo introducido por Apple con su software iOS 7 el año pasado, dé más coherencia a los servicios similares en distintos dispositivos.

«Ya hemos vivido esto antes», asegura Maleki. Desde el fracaso de Microsoft con los relojes inteligentes hace una década al primer sistema Google TV, los compradores han tardado en entender los nuevos dispositivos conectados. Maleki fue uno de los pocos desarrolladores que asistió a la conferencia equipado con Google Glass, las gafas a las que se llegó a considerar el buque insignia de la incursión de Google en la informática para vestir, pero que han chocado con problemas de privacidad.

«El reloj es un medio menos polémico de introducir Internet en las vidas de la gente», apunta Wood.
Sin embargo, la discreción puede no ser suficiente para hacer que arranque el mercado de la informática para vestir. Google presentó esta semana los nuevos smartwatches como una forma de recibir notificaciones y de realizar búsquedas de voz, lo que reduce el número de veces que los usuarios tienen que utilizar sus smartphones al día. A menos que se encuentren usos más convincentes, la tecnología para vestir corre el peligro de ser vista como «una solución que busca un problema», advierte Wood.

Hay otra duda que afecta al panorama competitivo en los mercados de nuevos dispositivos inteligentes. Mientras que la guerra de los smartphones ha dado lugar a una estrecha alianza entre Google y Samsung contra Apple, por ejemplo, Samsung ha protegido sus apuestas en los smartwatches. Aparte de experimentar con Android Wear, también ha desarrollado su propia plataforma de software, Tizen.

Debido a ello, los relojes inteligentes podrían dar lugar a una lucha cara a cara entre Apple y Samsung, relegando a Google a un papel pequeño, según Doherty. De ser así, Google encontraría un serio agujero en su estrategia con los dispositivos inteligentes, y se reducirían las oportunidades de los desarrolladores de ganar dinero con el ecosistema Android, añade.

Fuente: http://www.expansion.com