El proyecto Google Glass significa algo distinto para cada persona. Para algunos, estas gafas de realidad aumentada son el inevitable próximo paso en la computación personal; una muestra de cómo un día la tecnología se integrará de forma natural en nuestra vida diaria. Pero para otros, Google Glass es un concepto que no tiene una aplicación práctica, una idea similar al Segway. Sin duda, llevar un ordenador en la cara parece genial, pero ¿quién querrá hacerlo en público?
Sea cual sea tu bando, no se puede negar que Google Glass tiene la oportunidad de cambiar la forma en que el mundo piensa en la comunicación. La pregunta es, ¿qué es exactamente este producto? ¿Qué sabemos hasta ahora y a dónde nos puede llevar esta pequeña pieza de aluminio y cristal?
¿Qué hay dentro de Google Glass?
Básicamente, el objetivo de Google Glass es trasladar las interacciones que estamos acostumbrados a realizar con nuestros teléfonos inteligentes y tabletas a la comodidad de unas gafas que se controlan sin usar las manos. Una pantalla que utiliza Android se coloca justo sobre el ojo, lo que permite que información como direcciones o mensajes aparezcan y se controlen con comandos de voz. Además, cuenta con una cámara 720p en la parte frontal del dispositivo, por lo que es posible hacer fotografías o transmitir vídeo en streaming.
Los componentes plásticos de Google Glass estarán disponibles en cinco colores: gris, naranja, negro, blanco y azul. Una edición de ‘explorador’ de las gafas tendrá cristales oscuros y hay negociaciones con el fabricante de cristales graduados Warby Parker para producir una modelo de Glass para aquellos que tenemos problemas de vista. El dispositivo obtiene información a través de WiFi y se puede conectar a un Android o un iPhone.
¿Por qué necesito Google Glass?
Como ocurre con todas las novedades tecnológicas, la utilidad de Google Glass variará en función de cada persona. Principalmente, se trata de una forma de comunicarse sin manos, mantenerse en contacto con amigos y familiares sin la necesidad de sostener un smartphone. Pero también es un dispositivo para compartir experiencias. Una demostración reciente de Google trata de enseñar lo que se siente al usar Glass y que las implicaciones de emitir en streaming vídeo realmente en primera persona son enormes. Imagina experimentar un viaje a una ciudad lejana desde el punto de vista de un amigo o a estudiantes de medicina observando una cirugía complicada desde sus hogares.
Por supuesto, todo esto supone que aceptes tener un aspecto algo raro. No todo el mundo se sentirá cómodo al pasear vestido como el extra de una película (mala) de ciencia ficción. Por ahora es difícil saber si Google Glass evitará ser ‘el próximo auricular Bluetooth’; útil, pero increíblemente ridículo.
¿Cuándo podré comprar una? Y, ¿por cuánto?
Si no hay cambios, Google planea lanzar una versión comercial de Glass a finales de 2013. La compañía ya ha comenzado a proporcionar modelos de desarrollador por 1.500 dólares, pero hay indicadores de que el lanzamiento público podría hacerse a un precio más razonable. Y esto podría ser básico, pues la gente estará más dispuesta a ponerse un ordenador en la cabeza si no tiene que pedir un crédito para ello.
Pero si no puedes esperar para probar Google Glass, el buscador busca en Google + gente dispuesta a probar el dispositivo. Lo único que había que hacer era escribir un comentario en el que se explicase qué se haría con el terminal. Lamentablemente, el plazo ya ha terminado.
¿Cómo cambiará el futuro?
Tal vez Glass sea el próximo paso hacia un futuro en el que sea normal ‘vestir’ los ordenadores. O tal vez nos lleve años llegar a un punto en el que esto sea común. En cualquier caso, Google Glass tiene el potencial para alterar por completo las industrias de la computación y los móviles. Al fin y al cabo, hace no muchos años un teléfono con pantalla táctil parecía una locura y la tinta electrónica sonaba como algo imposible, por no hablar de los coches que no necesitan piloto. Bueno, esta última tecnología todavía está en fase de pruebas en los laboratorios de Google.
Pero el hecho es que todavía no sabemos cómo Google Glass y los posibles rivales de otros gigantes de la tecnología pueden hacer que cambiemos la forma en que interactuamos con el mundo. El futuro es algo fascinante, incluso aunque sea uno en el que pareceremos Geordie LaForge.